martes, 14 de diciembre de 2010

Amor de mis amores, TE AMO J


Esta es una fecha funesta, parece más bien una sentencia para mi conciencia, serán todos los días y estos decembrinos que se acentúan más, se van sumando al cargo de culpa, lo que me aflige por este tiempo sobrepasa el sentido moral, me atrevo a llamarlo una pena espiritual, la mente y tanto raciocinio me traicionaron hace mucho, las cosas van en otra dirección tal vez un poco más complicada pero no afanosa, los caminos de Dios nunca serán una carrera desenfrenada dirigida por los impulsos del corazón agreste del hombre. He llegado a resumir el proceso de reconciliación en tres pasos: reconocer, arrepentirse y pedir perdón. El primero es fácil, tarde o temprano se percata de que algo salió mal, de que realmente se procedió incorrectamente, puede haber problemas si la persona es sumamente orgullosa sin embrago no es caso perdido, luego viene el arrepentimiento que causa vergüenza y culpa, sentimientos claves para tener la necesidad de pedir el perdón que viene a ser la culminación de todo. La impotencia recae en que por más que quiera pedir perdón, no tiene valor si la persona afectada ya no esta. Fue en diciembre en que pude haber salvado tu vida y no lo hice. Un diciembre pasado había trabajado en Tennis, ya no resultaba difícil conseguir trabajo en la temporada comercial más voltaje del año, era una oportunidad para todos con perfil de estudiantes universitarios y jóvenes desempleados sin oportunidad de estudio, realmente era una jornada laboral corta pero exhaustiva, se hacía algo productivo, se obtenía experiencia y lo mejor de todo se ganaba buen billete con el sudor de la frente. Luego el siguiente diciembre estaba dispuesta a meterme en el mismo camello, valía la pena, además uno hacía nuevos amigos y podía parlar con todas las clases sociales, entonces podías ver cada mundo y lo afortunado que eres. Me acuerdo que me buscaste para que te ayudara a hacer tu hoja de vida, si que diste lora llenando el formato, tanta pachorra para un pedazo de papel, al fin y al cabo afiebrado, más aún que tenías en la cabeza el regaño de mi papá: “José Manuel me hace el favor y este diciembre se pone a trabajar, no quiero verlo echado en la cama estas vacaciones”. Jota te dije que esa vuelta había que hacerla rápido, había que ponerse las pilas desde finales de octubre porque toda la población juvenil caleña andaba detrás del botín navideño, hambrienta y competitiva. Con suerte me volvieron a llamar de Tennis, “Laura quiere volver a trabajar con nosotros”, no lo pensé dos veces, buenísimo y no me tocaba aguantarme el discurso empresarial de la competencia exponiendo el listado de cualidades, fortalezas y propuestas de trabajo en equipo, liderazgo, atención y concluir que el cliente siempre tiene la razón así te trate como una hormiga. Y Jota nada, pasaron los días pero no sonó el teléfono, así que se fue a Tuluá y me dejo sin carro. Muy arregladita me pare en la esquina y tome el mercedes blanco y negro, me salve de la entrevista pero no de la inducción. Destino norteño con parada en Chipichape, el administrador regay con doblada de mano y todo pero buen tipo. Faltaron dos pelados, no dieron la cara pero dejaron dos puestos libres y yo pensé de una en vos, le dije al jefe que tenía un hermano, que estabas disponible pero no me prestó mucha atención, la cosa estaba agitada y le mencionó algo de unos reemplazos a la cajera, me relaje y no insistí, entonces te perdí para siempre. Por consiguiente me culpo por tu muerte. Si tan solo me hubiera arriesgado, le hubiera metido más ganas y dejara la estúpida pena que me ha tenido atrapada en tantas ocasiones, ese día me inventé mil pretextos, Jota esta en tulua, todo esta muy encima, tendría que venirse hoy mismo para ser entrevistado, mejor no porque esta ayudando a mi papá en la finca y otras tantas tonterías, ni siquiera te llamé para preguntarte si estabas interesado, fui tan egoísta. Ahora todo es tan confuso, a veces creo que si te llame, que hablamos, que trabajamos juntos ese diciembre, que la pasamos de lo mejor y te salvé de esa muerte tan espantosa. Todo se me viene a la cabeza y tengo que ocuparme en otras cosas para no revivir el pasado, es muy difícil contenerse y reprimir las lagrimas en los ojos, el dolor es muy humano y como no te veo se hace más profundo, uno se apega a la convicción y sana un poco la tristeza pero no el vacío, aferrandose a la esperanza de otro mundo, una nueva vida donde te pueda abrazar y pedirte perdón, estoy segura de que me perdonarías Jota, siempre has sido tan noble. Esta es mi cruz, lo más sano es dejar de culparme. Ese día había rumba planeada, te negaste asistir, ibas a tocar y eso fue lo más extraño de todo porque mezclar era un éxtasis musical, un deleite para tus oídos, poner unos cuantos tracks era lo máximo para vos y no quisiste ir, como tampoco quisiste llegar temprano a casa esa madrugada, ya todo el mundo estaba cansado pero Jota no se quería entrar.