domingo, 14 de junio de 2009




Acaso existe un lenguaje distinto del humano, donde las funciones que cumple este sistema de comunicación tan complejo no se limiten a un nivel cognitivo y social... quizá exista, pero lo desconozco, a penas empiezo a entender como funciona y desde que Jota ya no está busco la forma de hablarle, de transmitirle mi sentir, todo esto que tengo por dentro, que realmente siempre tuve sin saber como demostrárselo por cuestiones de personalidad, formas de ser, como el hecho de que soy callada, reservo mis sentimientos y me envuelve un orgullo ridículo sin bases, entre otras cosas o simplemente porque yo sabía que lo quería y me bastaba con saberlo, incluso tenía la seguridad de que el también ya lo sabía, él lo sabe (ahora más que nunca). _Cuando hablamos con alguien, lo más importante de la conversación después del tema, eso sí es interesante, de útil contenido: es el contacto visual, en este caso es complicado resaltar este detalle. ¿Cómo los vivos se comunican con los espíritus? … Entonces con Jota tengo que alejarme de esa parte biológica, olvidarme de los fonemas vocálicos, consonánticos y otros aspectos como la intensidad, el ritmo o la acentuación, para concentrarme desde mis pensamientos en su presencia, para comunicarme con su espíritu, con mi hermano. Porque el lenguaje no sólo significa hablar. Y mi preocupación, un desespero casi una angustia mortal se dilata al no recibir respuestas, nada, ni un soplo de viento o una señal extraordinaria, como si estuviera hablando sola. He caído muchas veces en la vaga idea de creer que le hablo a una pared, como mi mamá dice a veces –le estoy hablando a la pared o qué. He oscilado entre las dudas y los temores, no obstante al final Jota me regaña, alega y hasta manotea __propio de su estilo con ese genio explosivo que tiene, y lo veo todo bravo picándoselas de patrón con sentimiento reprimido paternal, el hombre de la casa, el mayor, el macho y poderoso, puro estereotipo masculino, entonces me rio donde sea que este y la gente que pasa por la calle a mi lado me mira extrañada y rayado, como a una desvirolada, una loca, de esas niñas despistadas y ausentes de la realidad pero ellos no saben, no tienen ni idea de que en mi mente esta Jota y tampoco entienden que acabo de comunicarme con él, que tengo fe y que cada día que pasa es uno menos para volverlo a ver.

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